En su primer cara a cara con la prensa tras el anuncio de Cristina Kirchner como candidata a diputada, Axel Kicillof llamó a la unidad del peronismo desde Rojas, pero las tensiones persisten. ¿Podrán sellar un frente común contra Milei antes de las elecciones 2025?
En un contexto de alta tensión política y con las elecciones legislativas de 2025 a la vuelta de la esquina, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se refirió este miércoles al reciente anuncio de Cristina Kirchner como candidata a diputada provincial por la tercera sección electoral. Durante una visita a la ciudad de Rojas, en una conferencia de prensa transmitida en vivo por el Diario Democracia, Kicillof hizo eco del llamado a la unidad de la expresidenta, destacando la necesidad de consolidar un frente peronista que enfrente las políticas del gobierno nacional liderado por Javier Milei.
“Es lo que venimos diciendo y lo dije en el acto del MDF el sábado: hay que dejar en claro que el problema que tenemos en la provincia son las políticas de Milei, y eso implica buscar un frente que tenga a todos los sectores y, cómo no pensar, que se pueda conseguir que la articulación sea dentro del peronismo”, afirmó el gobernador, en un mensaje que busca tender puentes tras meses de desencuentros con el sector liderado por Kirchner.
Estas declaraciones llegan apenas un día después de que la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, confirmara en el programa Hay Algo Ahí que Cristina Kirchner se comunicó con Kicillof para “reafirmar el compromiso de construir la unidad” del peronismo.
Un escenario de tensiones y acercamientos
La relación entre Kicillof y Kirchner ha sido un tema candente en el peronismo bonaerense, marcada por desencuentros que han amenazado con fracturar la unidad del espacio. La decisión de Kicillof de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, programadas para el 7 de septiembre y el 26 de octubre respectivamente, generó fricciones con el cristinismo, que considera esta estrategia un “error político” por desviar el foco de la confrontación directa con las políticas de Milei. Sin embargo, el reciente anuncio de Kirchner como candidata parece haber abierto una nueva etapa de diálogo.
Fuentes cercanas a la Gobernación confirmaron que, tras el anuncio de Cristina en C5N el pasado 3 de junio, ambos líderes mantuvieron una breve conversación telefónica, la primera en cinco meses, según reportes de medios como Río Negro y Diagonales. Este contacto, aunque descrito como “breve”, fue interpretado como un gesto de distensión en un momento clave, con el cierre de alianzas electorales a poco más de un mes.
En su discurso en Rojas, Kicillof no solo respaldó el llamado a la unidad, sino que también aprovechó para defender a Cristina Kirchner de lo que calificó como una “persecución judicial”. Este guiño llega en un contexto donde la expresidenta enfrenta la posibilidad de que la Corte Suprema confirme su condena en la Causa Vialidad, lo que podría inhabilitarla para cargos públicos. “La unidad no es un fin en sí mismo, pero es la herramienta para enfrentar el ajuste brutal que está llevando adelante este gobierno”, sostuvo Kicillof, reforzando su mensaje de amplitud y consenso.
El Movimiento Derecho al Futuro y la estrategia electoral
El sábado pasado, Kicillof lanzó oficialmente el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) en un acto en La Plata, donde reunió a más de 40 intendentes, legisladores y referentes sindicales. Este espacio, que busca consolidar su liderazgo dentro del peronismo, fue presentado como una plataforma inclusiva que respeta la diversidad y apuesta por una renovación del movimiento frente a los desafíos planteados por el gobierno de La Libertad Avanza. Sin embargo, el lanzamiento del MDF también fue visto por algunos sectores del cristinismo como un movimiento de autonomía que tensiona aún más la relación con La Cámpora, la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
En Rojas, Kicillof insistió en que el MDF no busca ser “excluyente ni sectario”, sino un aporte para articular un frente amplio que incluya a todos los sectores del peronismo y más allá. “El adversario es Milei, no nosotros mismos. Necesitamos un peronismo unido, pero también abierto a otros sectores que compartan la necesidad de ponerle un freno a este modelo de ajuste y exclusión”, afirmó, en línea con su discurso del sábado pasado.
Los desafíos del peronismo hacia 2025
A 53 días del cierre de listas, el peronismo bonaerense enfrenta el desafío de transformar los gestos de unidad en una estrategia electoral concreta. La suspensión de las PASO en la provincia, acordada tras el retroceso de Kirchner en su intento de imponer elecciones concurrentes, da más tiempo para negociar candidaturas, pero también expone la fragilidad de un espacio donde la desconfianza sigue latente.
El rol de Sergio Massa, líder del Frente Renovador, también será clave. Aunque descartó su propia candidatura, Massa ha insistido en la necesidad de un peronismo unido y ha mantenido diálogos con ambos sectores. Su postura, según fuentes cercanas, es que una fractura sería “catastrófica” para las chances electorales del peronismo frente a un Milei que, pese a su desgaste, mantiene un núcleo de apoyo sólido.
Un mensaje desde el interior bonaerense
La elección de Rojas como escenario para estas declaraciones no es casual. La ciudad, ubicada en la segunda sección electoral, representa el interior profundo de la provincia, un territorio donde el peronismo busca recuperar terreno frente a otras fuerzas como el radicalismo y los sectores libertarios. La visita de Kicillof, acompañada de anuncios de obra pública y desarrollo local, refuerza su estrategia de mostrar gestión mientras envía señales políticas al cristinismo y a la militancia.
En un tono conciliador pero firme, Kicillof cerró su intervención en Rojas con un mensaje claro: “La unidad no es una foto, es un proceso. Y ese proceso lo construimos entre todos, desde abajo hacia arriba, escuchando a la gente y enfrentando al verdadero adversario”. Con estas palabras, el gobernador busca posicionarse no solo como un articulador dentro del peronismo, sino también como una figura capaz de liderar la oposición a Milei en un año electoral decisivo.
Mientras el reloj avanza hacia el 7 de septiembre, la pregunta sigue siendo si Cristina Kirchner y Axel Kicillof lograrán transformar sus palabras en una unidad efectiva, o si las tensiones internas terminarán por fracturar al peronismo en su bastión más importante. Por ahora, el diálogo iniciado esta semana parece ser un paso en la dirección correcta, pero el camino hacia la unidad sigue siendo sinuoso.
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