Una semana después de que el magnate Elon Musk dejara el Gobierno, luego de sus críticas al proyecto de ley de gasto del mandatario estadounidense, explotó la relación entre Trump y el CEO de Tesla.
“Mira, Elon y yo teníamos una relación excelente. No sé si la seguiremos teniendo”, dijo Trump en el Despacho Oval. “Dijo cosas muy bonitas sobre mí, y no ha dicho nada malo de mí personalmente, pero estoy seguro de que eso será lo próximo. Pero estoy muy decepcionado de Elon. Le he ayudado mucho”, remarcó el jefe de Estado.
La tensión fue en aumento en la jornada de ayer con acusaciones cruzadas. Lo más grave fue la acusación de Musk a Trump de estar en la llamada “lista de Epstein”, como se conoce al caso de celebridades y políticos involucrados en un caso de tráfico sexual.
“La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es terminar con los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciera!”, escribió Trump.
Y añadió: “Elon estaba agotado, le pedí que se fuera, le quité su mandato EV (vehículos eléctricos), que obligaba a todo el mundo a comprar coches eléctricos que nadie quería (¡que él sabía desde hace meses que yo iba a hacer!), ¡y se volvió loco!”.
“Sin mí, Trump habría perdido las elecciones”, afirmó en la red social X el fundador de SpaceX, y hasta hace una semana administrador del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
Musk calificó como “abominación repugnante” el proyecto de ley de presupuesto que aprobó la Cámara de Representantes del Congreso.
El conflicto se aceleró luego de que Musk intentara convencer a los legisladores republicanos de bloquear el proyecto fiscal del líder republicano.
El proyecto de ley en cuestión incluye, entre otros gastos, partidas para la seguridad fronteriza y el Ejército, impulsa recortes fiscales, exige más requisitos para acceder a ayuda social, endurece la política migratoria y busca eliminar subsidios a las energías renovables.
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