Gimnasia dio un paso importante en su visita a Mendoza. Con un inicio incómodo y pocas ideas en los primeros 20 minutos, el equipo de Alejandro Orfila encontró en Manuel Panaro la llave para abrir el partido. A los 26 minutos, el joven delantero marcó su primer gol en Primera tras conectar de derecha una pelota baja. Apenas tres minutos más tarde, volvió a ser protagonista con un centro preciso que Marcelo Torres envió a la red.
La ráfaga tripera descolocó al Tomba, que hasta ese momento se había mostrado más incisivo por las bandas. Con el 2-0, Gimnasia ganó confianza, manejó la pelota con calma y cerró la primera parte con justicia en el marcador.
En el complemento, Godoy Cruz intentó arrinconar al Lobo, pero careció de claridad para quebrar la defensa visitante. Orfila movió el banco para oxigenar el equipo, y Panaro siguió siendo determinante hasta su salida, destacándose por su despliegue incansable por la izquierda.
Sobre el final, Nicolás Fernández descontó para el local con un remate que se desvió en Agustín Auzmendi y descolocó a Insfrán. Sin embargo, no hubo tiempo para más: Gimnasia cerró su segunda victoria consecutiva, reforzando su confianza y sumando puntos vitales en el torneo.
diario hoy