Una nueva funda de teléfono busca concientizar sobre los daños del sol. El dispositivo, llamado Skincase, fue diseñado por el investigador Marc Teyssier en colaboración con la empresa Virgin Media O2. Reproduce el aspecto y textura de la piel humana, y está programado para sufrir quemaduras solares al exponerse a la radiación UV.
La carcasa fue desarrollada tras detectar una gran diferencia entre la cantidad de veces que una persona consulta su teléfono durante las horas de mayor exposición solar y las veces que aplica protector solar en ese mismo lapso. Skincase busca funcionar como recordatorio visual y táctil: si la «piel» del celular se quema, la piel del usuario también está en riesgo.
El prototipo combina silicona con elementos reactivos a la luz ultravioleta. Además, incorpora filamentos flexibles que permiten imitar la elasticidad del tejido humano. Para lograr mayor realismo, Teyssier utilizó técnicas de impresión 3D y esculpió a mano pliegues y arrugas sobre la superficie.
El diseño fue producido en tres tonos de piel diferentes, y cada uno cambia de color al recibir radiación solar intensa. La reacción es distinta según la pigmentación, al igual que ocurre en la piel humana. Por ahora, la Skincase no está a la venta y se presenta como un experimento de diseño tecnológico.
Teyssier ya había desarrollado proyectos similares. En 2019 creó una piel artificial para celulares capaz de detectar caricias y pellizcos, y de responder con movimientos. Su objetivo era reducir la frialdad del contacto con dispositivos móviles. En esta nueva versión, busca utilizar ese mismo concepto para fomentar hábitos saludables vinculados a la exposición solar.
La propuesta surge en un contexto de altas temperaturas en el hemisferio norte y olas de calor que atraviesan Estados Unidos, Europa y Asia. La Skincasees como una herramienta inusual pero efectiva para generar conciencia sobre los riesgos de los rayos UV.