Un coche bomba en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali, y el derribo de un helicóptero de la Policía en el municipio antioqueño de Amalfi dejaron al menos 13 fallecidos y decenas de heridos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que declarará como organizaciones “terroristas” al Clan del Golfo, que es la principal banda criminal del país, y a dos disidencias de las antiguas FARC, que son el Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia.
En Cali, dos explosiones cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez dejaron al menos cinco muertos y 36 heridos. En Amalfi, Antioquia, un ataque contra un helicóptero policial provocó la muerte de ocho funcionarios y dejó otros ocho heridos. Ambos hechos fueron atribuidos a disidencias de las FARC.
El hecho se produjo varias semanas después de tres ataques coordinados con explosivos perpetrados en esa ciudad el pasado 10 de junio, que dejaron en ese entonces siete muertos y más de 50 heridos.
Ese día hubo en total siete atentados en el Valle del Cauca (suroeste), el departamento cuya capital es Cali, y doce en el vecino departamento del Cauca, en los que murieron ocho personas, entre ellos dos policías.
En esa zona tienen presencia las disidencias de las extintas FARC, bandas herederas del paramilitarismo y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los atentados de junio fueron atribuidos al Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las FARC.
“Hoy ha sido un día de muerte en muchas regiones del país”, dijo Petro, y explicó el saldo de los atentados. “Es crimen de guerra, es crimen de lesa humanidad, desde la juridicidad de la Corte Penal Internacional. Y es terrorismo desde el concepto de terrorismo”, resaltó el primer mandatario.
Ante la gravedad de la situación, el comandante del Ejército Nacional, general Luis Emilio Cardozo, ordenó inmediatamente el acuartelamiento de primer grado en todas las unidades del país.
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