En un movimiento político destinado a recomponer la relación con las provincias, el presidente Javier Milei anunció la reactivación del Ministerio del Interior y designó al abogado tucumano Lisandro Catalán como titular de la cartera. La medida se complementa con la creación de la Mesa Federal, un ámbito de diálogo político que reunirá a gobernadores de todos los distritos para discutir temas clave como la coparticipación, las obras públicas y la seguridad territorial.
Voceros de la Jefatura de Gabinete señalaron que la reinstalación del Ministerio “responde a la necesidad de fortalecer el vínculo federal y recuperar una instancia histórica de articulación entre Nación y provincias”. La nueva mesa de negociación comenzará a sesionar la próxima semana y se espera que convoque a representantes de todas las jurisdicciones, sin distinción partidaria.
El perfil de Catalán
Lisandro Catalán, de 44 años, cuenta con un largo recorrido en la gestión pública. Abogado tucumano con formación en políticas públicas, se desempeñó en distintos organismos del Estado a lo largo de gobiernos de diferentes signos políticos. Su cercanía con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, resultó determinante para su ascenso: ambos coincidieron en el Banco Provincia durante la gestión de Daniel Scioli y luego en la Fundación Acordar, que funcionó como semillero político del actual oficialismo.
Catalán ya ocupaba un rol clave como secretario del Interior, encargado de negociar con gobernadores y articular las primeras leyes de la gestión libertaria. Su designación como ministro lo posiciona como uno de los principales operadores políticos del gobierno junto a Francos y el ministro de Economía, Luis Caputo.
Con un estilo reservado y técnico, supo ganarse un lugar en distintos espacios de poder: ingresó al Registro Nacional de Reincidencia durante el gobierno de Mauricio Macri y continuó allí con Alberto Fernández, lo que le permitió consolidar un perfil negociador capaz de transitar la grieta sin perder relevancia.
Un gesto tras la derrota
El anuncio llega en un contexto complejo para Milei, tras la dura derrota en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, donde el oficialismo perdió por 14 puntos frente al peronismo. A pesar del traspié, el presidente ratificó el rumbo económico de su gestión: continuidad del ajuste, veto a la ley de discapacidad, aumentos jubilatorios limitados y mayores restricciones en el reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a los mandatarios provinciales.
En ese marco, la creación de la Mesa Federal aparece como un intento de contener tensiones y abrir un canal de negociación con gobernadores que reclaman certidumbre en el reparto de recursos. Algunos ya expresaron su apoyo a la iniciativa, mientras otros se mantienen cautelosos a la espera de definiciones concretas.
Desafíos por delante
Catalán deberá demostrar si puede trascender la sombra de Francos y consolidarse como un articulador político de peso propio. Su principal desafío será tender puentes con las provincias, recuperar la confianza de los mandatarios locales y construir consensos legislativos que respalden las reformas estructurales que impulsa el gobierno.
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