Un hombre de Idaho recibió 96 impactos en el rostro con esponjas húmedas en solo un minuto y logró recuperar un título del Guinness World Records. El intento se llevó a cabo el 28 de agosto y tuvo como protagonistas a David “Record Breaker” Rush y a su colaborador frecuente, Jonathan “Hollywood” Hannon.
El récord exige que un participante lance las esponjas mientras el otro recibe los impactos directamente en la cara. Rush y Hannon habían ostentado previamente la marca con 92 lanzamientos efectivos, pero fueron superados por otro equipo que alcanzó 93, lo que los motivó a volver a intentarlo.
Rush explicó que el verdadero desafío radica en mantener los ojos abiertos para seguir la trayectoria de la esponja y cerrarlos en el instante previo al golpe, para luego abrirlos inmediatamente y localizar la siguiente. Según describió, se trata de un ciclo constante de precisión y reflejos que pone a prueba tanto la concentración como la resistencia.
El regreso al récord no solo fue un logro personal, sino también un ejemplo del compromiso de Rush con su objetivo de popularizar los desafíos poco convencionales. Con más de 181 títulos en su haber, se ha convertido en una figura reconocida dentro de la comunidad de récords mundiales.
La hazaña alcanzada junto a Hannon representa su 47.ª marca conjunta, reforzando la sociedad que ambos construyeron en torno a la búsqueda de superar límites curiosos y entretenidos. De esta forma, volvieron a colocarse en la cima de una categoría que, aunque insólita, requiere coordinación, disciplina y exactitud.