El pasado junio, el croata Vitomir Maričić permaneció 29 minutos y 3 segundos sin respirar bajo el agua, estableciendo un nuevo récord mundial. La prueba se realizó en una piscina de tres metros de profundidad, fue supervisada por jueces oficiales y superó en cinco minutos la marca anterior.

Maričić explicó que, tras los primeros 20 minutos, la dificultad se volvió más tolerable en lo mental aunque su diafragma sufrió fuertes contracciones. Estas contracciones ocurren cuando el cuerpo acumula dióxido de carbono y activa el reflejo automático de volver a respirar.

Para llegar a este logro, el atleta entrenó con técnicas de respiración, ejercicios físicos y meditación. El objetivo de esa preparación es reducir al máximo el consumo de oxígeno y mantener la calma incluso en situaciones extremas.

En condiciones normales Maričić logra contener la respiración entre 8 y 10 minutos. Para esta prueba inhaló oxígeno puro durante diez minutos antes de sumergirse, lo que aumentó significativamente la cantidad disponible en su cuerpo. Este método también tiene riesgos, ya que un exceso de oxígeno puede resultar peligroso.

Con esta marca rompió su propio récord alcanzado en 2021. La hazaña corre los límites de hasta dónde puede llegar el cuerpo humano a partir de la preparación física y mental combinada con técnicas de respiración avanzadas.