El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, concretó este jueves una ayuda financiera de 20.000 millones de dólares para Argentina, en lo que ha sido presentado oficialmente como un respaldo clave al gobierno de Javier Milei, estrecho aliado del mandatario republicano.
Sin embargo, un reciente artículo publicado por The New York Times encendió las alarmas al sugerir que detrás del supuesto rescate económico podría esconderse un beneficio directo para grandes inversores internacionales.
Según el medio estadounidense, la operación —que aún no ha revelado los términos y condiciones completos— consistirá en un canje de divisas con el Banco Central argentino, y ha sido acelerada en los últimos días para concretarse antes de las elecciones legislativas que se celebrarán en Argentina a fin de mes. La medida coincide, además, con la visita inminente de Milei a Washington.
No obstante, el NYT señala que existen serias dudas sobre "el verdadero fin" del rescate, insinuando que podría estar orientado a proteger a grandes fondos de inversión cuyas apuestas tambalearían si la economía argentina colapsa. En la lista de beneficiarios potenciales, el artículo menciona a gigantes financieros como BlackRock, Fidelity, Pimco y a reconocidos inversores como Stanley Druckenmiller y Robert Citrone, ambos ex colegas del actual secretario del Tesoro, Scott Bessent.
El artículo alerta sobre el posible conflicto de intereses, al remarcar los vínculos personales y financieros entre Bessent y varios de los actores más expuestos al mercado argentino. Incluso, se señala que algunos de los fondos mencionados están liderados por amigos del secretario, lo que profundiza las suspicacias en torno a la transparencia del rescate.
Las críticas no se limitan a la esfera financiera: diversos sectores en Estados Unidos cuestionan la oportunidad del rescate, señalando que mientras los agricultores norteamericanos enfrentan graves dificultades económicas y el gobierno permanece parcialmente cerrado, se destinan miles de millones a sostener una economía extranjera.
A pesar de las polémicas, Bessent defendió la medida y afirmó que líderes empresariales estadounidenses ven con buenos ojos el fortalecimiento de la relación con Argentina. Desde la Casa Blanca aseguran que el apoyo a Milei responde a una visión estratégica que busca consolidar la alianza con el gobierno libertario en América Latina.
Mientras tanto, en Argentina y en los mercados globales, crecen las especulaciones sobre quiénes serán los principales ganadores de esta operación millonaria, en un contexto donde la delgada línea entre la ayuda internacional y el salvataje a intereses privados vuelve a estar bajo la lupa.



