Estados Unidos impuso sanciones al presidente de Colombia, Gustavo Petro, así como a otros miembros de su familia y al ministro de Interior, Armando Benedetti, al incluirlos en la llamada lista OFAC del Departamento del Tesoro estadounidense.
La lista OFAC designa e impone sanciones económicas y comerciales a individuos que representen una amenaza a la seguridad nacional, política exterior o economía de EE. UU.
"Desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder, la producción de cocaína ha explotado a la cifra más alta en décadas, inundando EE.UU. y envenenando a estadounidenses", señaló el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Verónica Alcocer y Nicolás Petro, esposa e hijo del presidente, también fueron incluidos en la lista.
“Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína”, escribió Petro en X, en medio de la escalada de tensiones entre Colombia y Estados Unidos por la lucha antidrogas.
El mandatario dijo que "se cumplió" la "amenaza" del senador republicano Bernie Moreno, de origen colombiano, quien había adelantado hace días en una entrevista con Fox News que Petro y su familia podrían entrar en la lista de sanciones económicas y comerciales del Departamento del Tesoro estadounidense.
“Yo y mis hijos y mi esposa entramos a la lista OFAC”, confirmó Petro, que agregó: “Toda una paradoja, pero ni un paso atrás y jamás de rodillas”.
Las sanciones a Petro y parte de su círculo próximo ocurren pocos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la suspensión de pagos y subsidios a Colombia, en respuesta a las acusaciones de Petro de que funcionarios de EE.UU. habían violado la soberanía colombiana y asesinado a un colombiano durante un ataque de fuerzas estadounidenses a una embarcación en el Caribe.
El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, también criticó las sanciones y manifestó que “nunca he entrado en la casa de ni un solo narcotraficante”.
“Para Estados Unidos, una declaración no violenta es lo mismo que ser un narcotraficante”, añadió Benedetti. “Gringos, váyanse a casa”, cerró.



