La operación policial lanzada el pasado martes en Río de Janeiro, Brasil, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, dejó 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, informó este miércoles la Defensoría Pública regional. Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Funcionarios del organismo acompañaron desde la madrugada de ayer las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y estuvieron presentes en los institutos forenses responsables de la identificación de los cadáveres, según un comunicado. Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para “contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista”.
Si bien la Defensoría Pública determinó al menos 132 muertos, la Policía indicó que en su registro hubo 119 fallecidos, mientras que el gobierno local dijo que fueron 121. Vale recordar, que alrededor de 2.500 policías y soldados brasileños participaron en el masivo operativo que aseguran estuvo dirigido contra miembros de la banda de narcotraficantes Comando Vermelho o Comando Rojo. El megaoperativo incluyó agentes en helicópteros y vehículos blindados en las extensas favelas de bajos ingresos de Complexo de Alemão y Penha, que se extienden por el terreno montañoso costero de la ciudad. Los objetivos declarados de la operación eran capturar a los dirigentes de la organización criminal y limitar la expansión territorial del grupo, una banda que ha incrementado su control sobre las favelas en los últimos años. En total, 81 sospechosos fueron arrestados y se incautaron 93 rifles y más de media tonelada de drogas.
El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, sostuvo el día de ayer que los muertos en la operación policial eran “sin duda” criminales. Además, también señaló que las personas fallecidas se habían resistido al arresto. Castro, del opositor Partido Liberal, agregó que el gobierno nacional debería brindar mayor apoyo para combatir el crimen, criticando así a la administración del presidente, Lula da Silva.
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