Una jubilada de 81 años fue asesinada en su casa de San Isidro por delincuentes. El cuerpo fue hallado por su sobrina, quien encontró a su tía atada de manos, tendida en el suelo, con golpes y en estado de descomposición.
El hallazgo sucedió este miércoles cuando Marina Repetto (53) dio aviso al 911 advirtiendo que se presentó en la finca de María Rodríguez Iturriaga, debido a que desde hace días había dejado de tener contacto y al ingresar la encontró muerta.
La mujer encontró desorden, como así también aberturas violentadas, aunque la peor situación fue cuando se dirigió hasta la habitación de su tía y la encontró atada de manos.
Se hizo presente la DDI local y la totalidad de los Grupos Tácticos de Operaciones (GTO) del partido a los fines de realizar diligencias de rigor. También acudió el fiscal General Patricio Ferrari, a cargo de la UFI Martínez de intervención. La autopsia confirmó que fue asesinada a golpes y se estima que la data de muerte es del sábado 25 por la noche.
Investigación previa
Se determinó que meses atrás la víctima había sido atacada por la organización criminal, apodada “La banda del millón” y que, en esa oportunidad, le habían sustraído alhajas y sumas de dinero. La Policía bonaerense detuvo, en pleno hecho delictivo, a tres jóvenes que intentaban ingresar a una vivienda. Los tres, de 20, 26 y 19, integran dicha banda.
En las últimas horas se ordenaron más allanamientos, en los que se capturó a un hombre de 47 años y se le secuestraron celulares y herramientas para violentar aberturas, además de pasamontañas y guantes.
Este sujeto como sus cómplices dejaron escrito en la pared de la finca de la jubilada “en barrio de ricachones ni armas ni rencores”, frase que coincide con otros hechos cometidos por la banda, y que resultó conocida por el robo al Banco Río de Acasusso en 2006.
“La banda del millón” es una famosa organización criminal que comete asaltos y asesinatos en la zona norte del Conurbano bonaerense. Sus miembros protagonizaron al menos ocho atracos entre octubre de 2024 y marzo de este año.
Los malhechores realizan tareas de inteligencia previa con el objetivo de conseguir información sobre sus víctimas, investigan sus perfiles en las redes sociales y los asaltan. Una vez en el interior, utilizan la violencia como principal mecanismo para sustraer dinero y joyas, y se manejan con cuchillos y destornilladores.
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