En el marco de un brutal, salvaje y cobarde ataque en el centro de nuestra ciudad, un joven estuvo a punto de perder un ojo al ser sorprendido mientras caminaba por dos delincuentes, que lo asaltaron, lo golpearon y escaparon con rumbo incierto junto a las pertenencias de la víctima, que tuvo que ser hospitalizada, de acuerdo a lo aportado ayer por voceros policiales y judiciales.
Las fuentes consultadas contaron que todo tuvo lugar el jueves en la zona de las calles 17 y 53, a pocos metros del Ministerio de Salud. El damnificado circulaba a pie rumbo a unos comercios, para realizar una serie de compras, cuando entonces fue abordado por dos ladrones. Sin decirle una sola palabra, uno de ellos le pegó al parecer con una manopla en la cara, más precisamente en el ojo, noqueándolo.
El chico cayó de inmediato al piso y comenzó a gritar, a la vez que los hampones le revisaron los bolsillos y le quitaron así una suma de 10.000 pesos y otros elementos que consideraron de valor, para después darse a la fuga. Poco después y gracias a los vecinos, el joven fue trasladado hasta un centro médico, donde fue asistido en el área de la guardia. “Por fortuna no perdió el ojo. Eso sí, durante el ataque cayó al suelo y no pudo hacer nada para detener la deplorable acción”, narró un frentista.
Este hombre agregó que la inseguridad allí es materia corriente y la adujo a la falta de patrulleros y a la escasa visibilidad, ya que se rompieron varias luminarias y el municipio jamás las reparó. “Salir después de las 18 por 51 entre 15 y 17 es una aventura”, manifestó.
En cuanto a los implicados, nada se sabe de ellos ya que las autoridades policiales ni siquiera los tienen identificados, algo natural en la ciudad llena de impunidad.
Ataques de pánico por un asalto en Tolosa
En tanto, una joven estudiante fue asaltada junto a un amigo suyo a las 20.45 del jueves en 117 entre 527 y 528 de Tolosa, cuando salía de la facultad y regresaba a su casa de Berisso. Dos motochorros a bordo de un ciclomotor sin plásticos de color negro la sorprendió y el que iba como acompañante sacó una pistola y los amenazó a ambos. “Dame el teléfono”, le exigió, y le manoteó la mochila. Ya con el aparato, huyeron hacia 528 y 118, donde se perdieron de vista.
La víctima, que aseguró que tiene ataques de pánico por lo sucedido, contó que los malvivientes tendrían entre 20 y 25 años, son de tez morena y llevaban gorras. Tampoco en esta ocasión fueron localizados por los agentes de la comisaría Sexta, con jurisdicción en la zona.
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