El ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo, volvió a eludir dar precisiones respecto de cuál es el monto del nuevo préstamo al que arribó el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo que “no está definido”.
En una entrevista en A24 con el periodista Antonio Laje, Caputo dijo que el Congreso “solo aprueba que se firme el crédito público” y que “los detalles forman parte de la confidencialidad del acuerdo”.
Respecto del monto, dijo que “será definido por el Directorio (del FMI) cuando decida reunirse”, al tiempo que resaltó que este acuerdo no es igual al anterior, que lo tuvo al propio Caputo como protagonista durante la administración de Mauricio Macri, y explicó que “es bien grande, es importante la diferencia”.
“Normalmente uno acude al Fondo cuando la situación macroeconómica está desordenada, no tiene financiamiento, hay déficit fiscal y hay desorden monetario, entonces el Fondo pide ciertas condiciones, que básicamente es alcanzar un orden fiscal y un orden monetario, te da un tiempo para desarrollarlo, que habitualmente son 2, 3 ó 4 años, y contra eso te da plata para que en el mientras tanto puedas seguir con tus operaciones”, explicó.
Y agregó: “Esta vez es diferente porque todo ese ajuste fiscal y monetario que pide el Fondo, y más, ya lo hicimos el año pasado, entonces estamos en un caso atípico y al FMI no le pasó nunca de ir a un programa donde el Presidente y el equipo económico del país es más ortodoxo que ellos, nosotros nos pusimos metas más difíciles de alcanzar que las que típicamente pide el Fondo, que es ir al equilibrio fiscal primario antes del pago de los intereses, y nosotros nos propusimos ir al superávit fiscal primario suficiente para pagar los intereses de la deuda también, que es equilibrio financiero”.
“En realidad, la parte del ajuste ya se hizo, y ahora viene la parte de la capitalización de la plata”, exteriorizó luego.
La consulta posterior se caía de madura, si estamos tan bien, y si la macro está ordenada por qué vamos nuevamente al Fondo, un organismo con el que siempre nos fue mal: “El objetivo es tener una moneda sana y continuar con el proceso de desinflación, y para eso debés tener un Banco Central con un balance sólido”.
“Nosotros nos hemos encargado de sanear fuertemente los pasivos del Banco Central, que siempre tuvo un desbalance importante en el mercado de pesos; en rigor, emitía muchos más pesos que los que la gente demandaba, porque había déficit, y todos esos pesos que sobraban iban a la compra de dólares o de bienes, que a la postre generaban inflación y suba en el dólar”, expuso.
Y nuevamente explicó que “este año equilibramos fuertemente ese sobrante monetario que heredamos, de pesos, redujimos las Lebacs y las Lelics en un 76 %, y a su vez la demanda de pesos de base creció 18 %, entonces hoy el mercado de pesos está mucho más equilibrado y esa es la razón por la que no caímos en una hiperinflación y pudimos reducir tan rápidamente la inflación, porque controlamos fuertemente el mercado de pesos”.
“Hoy la cantidad de pasivos del Banco Central apenas alcanza al 6,5 % de PBI”, cerró Caputo.
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