Ya desde la previa se respiraba un clima especial. Más de cinco mil personas invadieron la Avenida 1 para recibir al plantel a las siete de la tarde, como si se tratase de una final.
Los jugadores de Estudiantes y la familia entera del club entendió que se podían definir muchas cosas. Y por eso cursaron una invitación especial a la señora “mística” de siempre que otra vez se hizo presente en una noche de Copa Libertadores.
Con garra y determinación, Estudiantes salió a jugar el partido sin margen de error. Otra derrota hubiese puesto en jaque al cuerpo técnico y por primera vez en duda a la dirigencia de Verón. Pero no. Los jugadores estuvieron a la altura y el equipo se recuperó en el grupo A de la Copa Libertadores de América.
Con un tanto de Carrillo sobre el final del primer tiempo, el Pincha espantó los fantasmas que merodeaban de la noche contra la Universidad de Chile y se sacó el compromiso de encima.
Por momentos recuperó la memoria de aquel equipo que había dejado eliminado a Boca en las Semifinales de la Copa Argentina del 2023 y se llevó por delante al Botafogo que solo se limitó a especular con el contragolpe.
Con un gran despliegue de Ascacíbar y la siempre amenazante presencia de Carrillo en el área, el equipo de Domínguez logró ponerse en ventaja en la parte final del primer tiempo con una definición del delantero de Magdalena y no mucho más.
Ajustado uno a cero que si bien justificó una leve diferencia a favor del equipo platense, dejaba abierto el desenlace para la parte final del partido.
Botafogo soltó a los volantes y fue puntanzante en el segundo tiempo. Estudiantes no perdió el orden y a pesar de no contar con Ascacíbar que se tuvo que ir lesionado, se apoyó en la movilidad de Tobio Burgos por la izquierda, las subidas de Meza por la derecha y los relevos de Arzamendia para sostener el orden de los centrales y así contener a los brasileños.
Carrillo, mientras tanto, aguantó todo lo que le tiraron, generó faltas y reguló el tiempo cuando tuvo la pelota.
Matías Mansilla recuperó la confianza y salvó al equipo en dos ocasiones tapando todo lo que le tiraban.
De este modo, con poco y sin brillar, pero con la actitud que le había faltado ante los chilenos, Estudiantes sumó tres valiosos puntos que lo ponen nuevamente en carrera para clasificar primero en el grupo A de la Copa.
Ahora, deberá visitar el 7 del mes que viene a la Universidad de Chile y una semana después volverá a viajar pero a Brasil para medirse con el mismo Botafogo que anoche hizo agua en La Plata.
DIARIO HOY