Desde hace varios meses un jubilado empresario de medios de La Plata comenzó a gestar la idea de recuperar el protagonismo dentro de uno de los clubes que históricamente le había dado la espalda y empezar a prevenir la estrategia para boicotear y destruir el proyecto de Verón en Estudiantes, del cual tampoco nunca tuvo lugar.
De allí fue que en las entrañas de la Fundación Florencio Pérez partió la orden para que Carlos Anacleto, un detestable dirigente de la era de Muñoz, empiece a juntar firmas para pedir una Asamblea extraordinaria que hasta el momento Mariano Cowen no concedió.
Anacleto, quien en el año 2004 fue uno de los vicepresidentes del Lobo que impulsó la separación de Gustavo Barros Schelotto del primer equipo generando la enemistad con Guillermo y toda su familia, aclaró que tiene 1.500 firmas en el grupo denominado Usina Tripera, que opera como pantalla de un jubilado empresario de medios para entrar al Lobo como caballo de Troya.
Anacleto es hijo de un histórico empresario de sanitarios en La Plata y se hizo famoso por vender inodoros de la empresa de su padre.
El año pasado fue nuevamente insultado en la cancha (así como lo había sido cuando estaba al lado de José Muñoz en 2004 hace 20 años), por llevar a Federico Sturzenegger a la cancha.
Desde las entrañas más firmes de La Libertad Avanza, Anacleto pretende sacarle a Gimnasia esa fama de “club peronista” que se hizo fuerte desde el reconocimiento de la expresidenta Cristina por su pasión con el club de calle 4.
“No es él. Lo mandan a armar una lista porque saben que Ricardo Salomé no mide para pelear una elección. Siempre inventan un candidato desde la Fundación Florencio Pérez para intentar meterse en los clubes”, comentó ayer un exjugador de Gimnasia de la década de los 80 y 90.
DIARIO HOY