Detrás de este día hay una historia marcada por luchas, represión y conquistas obreras que dieron paso a los derechos
laborales que hoy los trabajadores pueden disfrutar.
El Día del Trabajador no es solo una fecha en el calendario, sino también es el resultado de un proceso histórico global que
tuvo su origen en una tragedia ocurrida en Estados Unidos, entre el 1° y el 4 de mayo de 1886, donde los trabajadores se manifestaban
expresando sus demandas, pidiendo la reducción de la jornada laboral a ocho horas y condiciones dignas y seguras, además del
descanso dominical.
Ante los incidentes la policía salió a reprimir, provocando la muerte de varios obreros, un gran numero de heridos y la condena a la horca
de algunos dirigentes gremiales.
En mayo de 1890 se reunió en el Congreso de París, representantes de obreros de distintos países del mundo y se resolvió
fijar el primero de Mayo como fiesta universal de los obreros.
En 1919, 33 años después de estos sucesos, se dio lugar a la primera conferencia de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), que llevó a establecer de manera obligatoria el cumplimiento de jornadas máximas de ocho horas diarias
y 48 horas semanales.
Por esta razón es que conmemoramos y celebramos con todos aquellos que trabajamos incansablemente para salir adelante...