Marion Robert Morrison (26 de mayo de 1907-11 de junio de 1979), fue conocido popularmente como The Duke, John Wayne.
Era un actor y director estadounidense que comenzó su carrera en el cine mudo en la década de 1920.
Símbolo del hombre rudo y masculino, un icono estadounidense como símbolo de Angloamérica durante muchas décadas.
Tenía un timbre distintivo de voz, que junto a su forma de caminar y su presencia física lo llevaron a destacarse.
Es conocido el eslogan "John Wayne es Estados Unidos" al igual que su postura política conservadora y republicana, mas allá del apoyo a las posturas políticas anticomunistas
de la década de 1950.
Tiene el récord en la mayor cantidad de papeles protagonistas en la historia del cine con 142.
Sus primeros años estuvieron marcados por la pobreza. Su padre era veterano de guerra, descendiente de escoceses y su madre de Irlandeses.
Era un estudiante bueno y popular, Alto para su edad, fue un jugador estrella de fútbol americano en la escuela secundaria de Glendale y fue reclutado por la
Universidad del Sur de California.
Mientras estaba estudiando, Morrison empezó a trabajar cerca de los estudios de rodaje y
le ofrecieron un trabajo temporal durante un verano a cambio de entradas para los partidos de fútbol.
Duke pronto comenzó a tener pequeños roles e hizo amistad con el director de cine John Ford. Durante este período Morrison apareció junto a sus compañeros de equipo como jugador de fútbol en la película Maker of Men (filmada en 1930 y estrenada en 1931) en la película, Wayne aparece en los créditos como Marion Morrison.
Una lesión sufrida aparentemente mientras nadaba cortó su carrera deportiva, y también perdió su beca deportiva, por lo que no pudo finalizar sus estudios.
El director de la película La gran jornada, de 1930, Raoul Walsh (quien descubrió a Wayne), le dio el nombre artístico de John Wayne por el general de la Guerra de Independencia
de los Estados Unidos Anthony Wayne.
Este fue el primer wéstern épico con sonido, en el que Wayne mostró sus habilidades en escena, aunque fue un fracaso comercial. Nueve años después, su actuación en La diligencia
lo convirtió en una estrella.
Desde ese momento durante los 35 años siguientes, Wayne aparecería en más de 20 películas de John Ford.
Estuvo nominado para mejor actor en Arenas de Iwo Jima, y en El Álamo estuvo nominada para el Óscar a la mejor película, producida por el mismo.
Vale la pena mirarlas. Claro que no se contaba con los efectos especiales de hoy y quizá por eso mismo son consideradas clásicos.
Inolvidable actor más allá de los gustos o la elección de su temática en películas. Un Señor actor.