Cuando el primer tiempo se moría en el Giuseppe Meazza, el Inter encontró el desahogo gracias al olfato goleador de Lautaro Martínez. En una jugada que nació por izquierda, Dumfries lanzó un centro al área que Esposito conectó de cabeza. Su intento fue bloqueado, pero el rebote quedó vivo y el Toro, siempre atento, remató de inmediato.
El capitán lo gritó con bronca, descargando la frustración por aquella ocasión anterior que había mandado por arriba del travesaño ante el Kairat Almaty. Con este nuevo festejo, el argentino quedó a solo un gol de Harry Kane, máximo artillero del torneo en estas cuatro fechas.
Sin embargo, el Inter, pese a tener un rival accesible en los papeles, sufrió más de lo previsto. A los 10 minutos del segundo tiempo, Arad aprovechó una distracción defensiva y empató para el conjunto visitante. Pero cuando el nerviosismo crecía, Carlos Augusto apareció con un potente remate desde afuera del área para sellar el 2-1 final y traer calma al Meazza.



