El Gobierno estaría planeando una reforma previsional que elevaría la edad jubilatoria a 75 años para hombres y mujeres, colocándola como la más alta del mundo. La medida, justificada por el Ejecutivo como una solución al déficit del sistema, podría generar un fuerte rechazo por parte de la sociedad argentina debido a su desconexión con la realidad económica y social del país.
Actualmente, el sistema previsional argentino tiene más de 7 millones de beneficiarios que perciben un haber promedio de $298.051 mensuales. En contraste, los regímenes especiales, que abarcan a poco más de 249.000 personas, otorgan haberes que superan el millón de pesos. Sin embargo, la propuesta no busca equilibrar estas diferencias, sino ajustar sobre el régimen general, donde se concentra la mayor parte de los jubilados.
En el plano internacional, la comparación resulta alarmante. En países como Alemania y España, la edad jubilatoria alcanza los 67 años; en Brasil, 65 para hombres y 62 para mujeres. La decisión de fijar los 75 años parece más orientada a reducir gastos que a garantizar un retiro digno.
Si bien el Gobierno argumenta que el sistema “está quebrado” y busca evitar su colapso, esta propuesta podría agravar las inequidades existentes y comprometer aún más el contrato social que sostiene al sistema jubilatorio argentino.
FUENTE; DIARIO HOY