La leyenda suiza del tenis, Roger Federer, le escribió una emotiva carta al español Rafael Nadal, rival en sus tiempos como profesional y amigo fuera de la cancha, en la antesala del retiro del baleárico.
La rivalidad entre Federer y Nadal marcó una época dentro de la historia del tenis siendo el único dúo que mantuvo la cima del Ranking ATP durante cinco años entre 2005 y 2011. Entre ambos, se enfrentaron 40 veces en Grands Slams y otros circuitos donde el español saca ventaja en el historial.
Sin embargo, esta rivalidad se mantuvo solo dentro del court y ambos generaron una amistad entrañable dentro del tenis, más aún cuando Federer se retiró de la actividad profesional en 2022 y fue acompañado en su última presentación por Nadal. Ahora, es el turno del baleárico de dejar las canchas y lo hará este martes en la serie ante Países Bajos por los cuartos de final de la Copa Davis.
Por ello, la ex raqueta suiza aprovechó para abrirse emocionalmente y escribirle una carta a su rival y amigo español: “Ahora que te preparas para dejar el tenis, tengo algunas cosas que contarte antes de ponerme sentimental”.
"Empecemos por lo obvio: me has ganado mucho. Más de lo que yo logré vencerte. Me desafiaste de una forma que nadie más podía. En tierra batida, me sentí como si entrara en tu patio trasero, y me hiciste trabajar más duro de lo que nunca pensé que podría sólo para mantenerme firme. Me hiciste reimaginar mi juego, hasta el punto de cambiar el tamaño de la cabeza de mi raqueta, con la esperanza de obtener alguna ventaja” comenzó relatando Federer.
El suizo continuó deshaciéndose en elogios antes de adentrarse en sus recuerdos dentro de la cancha: “No soy una persona muy supersticiosa, pero tú lo llevaste al siguiente nivel. Todo tu proceso. Todos esos rituales. Montando tus botellas de agua como soldados de juguete en formación, arreglándote el pelo, ajustándote la ropa interior... Todo ello con la máxima intensidad. Secretamente, me encantaba todo. Porque era tan único, tan tú”.
"Vamos, Rafa!
Ahora que te preparas para dejar el tenis, tengo algunas cosas que contarte antes de ponerme sentimental.
Empecemos por lo obvio: me has ganado mucho. Más de lo que yo logré vencerte. Me desafiaste de una forma que nadie más podía. En tierra batida, me sentí como si entrara en tu patio trasero, y me hiciste trabajar más duro de lo que nunca pensé que podría sólo para mantenerme firme. Me hiciste reimaginar mi juego, hasta el punto de cambiar el tamaño de la cabeza de mi raqueta, con la esperanza de obtener alguna ventaja.
No soy una persona muy supersticiosa, pero tú lo llevaste al siguiente nivel. Todo tu proceso. Todos esos rituales. Montando tus botellas de agua como soldados de juguete en formación, arreglándote el pelo, ajustándote la ropa interior... Todo ello con la máxima intensidad. Secretamente, me encantaba todo. Porque era tan único, tan tú.
Y sabes qué, Rafa, me hiciste disfrutar aún más del partido.
Vale, quizá no al principio. Después del Open de Australia de 2004, conseguí por primera vez el número 1 del ranking. Pensé que estaba en la cima del mundo. Y lo estaba, hasta dos meses después, cuando entraste en la pista en Miami con tu camiseta roja sin mangas, enseñando esos bíceps, y me derrotaste de forma convincente. Todos los rumores que había oído sobre ti -sobre este increíble joven jugador de Mallorca, un talento generacional, que probablemente ganaría un grande algún día- no eran sólo exageraciones.
Los dos estábamos al principio de nuestro viaje, que acabamos haciendo juntos. Veinte años después, Rafa, tengo que decirlo: Has tenido una carrera increíble. Incluyendo 14 Abiertos de Francia, ¡histórico! Enorgulleciste a España... Enorgulleciste a todo el mundo del tenis.
No dejo de pensar en los recuerdos que hemos compartido. Promoviendo el deporte juntos. Jugando aquel partido sobre mitad hierba, mitad tierra batida. Rompiendo el récord de asistencia de todos los tiempos al jugar ante más de 50.000 aficionados en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Siempre haciéndonos reír. Agotarse mutuamente en la cancha y luego, a veces, tener que sostenerse casi literalmente durante las ceremonias de entrega de trofeos.
Todavía estoy agradecido de que me invitaras a Mallorca para ayudar a lanzar la Rafa Nadal Academy en 2016. En realidad, me invité a mí mismo. Sabía que eras demasiado educado para insistir en que estuviera allí, pero no quería perdérmelo. Siempre has sido un modelo a seguir para los niños de todo el mundo, y Mirka y yo estamos muy contentos de que todos nuestros hijos hayan entrenado en tus academias. Se lo han pasado en grande y han aprendido mucho, como miles de otros jóvenes jugadores. Aunque siempre me preocupó que mis hijos volvieran a casa jugando al tenis como zurdos.
Y luego estaba Londres, la Laver Cup de 2022. Mi partido final. Significó todo para mí que estuvieras allí a mi lado, no como mi rival, sino como mi compañero de dobles. Compartir la pista contigo esa noche, y compartir esas lágrimas, será para siempre uno de los momentos más especiales de mi carrera.
Rafa, sé que estás centrado en el último tramo de tu épica carrera. Hablaremos cuando haya terminado. Por ahora, sólo quiero felicitar a tu familia y a tu equipo, que han desempeñado un papel muy importante en tu éxito. Y quiero que sepas que tu viejo amigo siempre te anima, y te animará igual de fuerte en todo lo que hagas a continuación.
Rafa.
Un saludo siempre, tu admirador,
Roger”
FUENTE: El Diario El Dia de La Plata